lunes, 28 de febrero de 2011

Travesuras antiguas

Mi abuelo me contó un día, que cuando era pequeño, él y los amigos se dedicaban a coger gatos para tirarles piedras, prendereles fuego y colgarlos a los árboles.


También cogían a las gallinas que se llenaban de pulgas,las metían en un saco y les pegaban con un palo de madera o una tabla para matarlas.

Mi primo tenía 6 años, era muy ruín. Un día, estaba en casa de su abuela por parte de padre, el padre lo había mandado a casa de la vecina, que era una mujer mayor. Fue a pedirle una cebolla. Cuando la mujer fue a la cocina, él se hizo el muerto en el suelo. La mujer, cuando salió de la cocina, y lo vió en el suelo, se asustó y le dió un ataque de ansiedad tan fuerte que se quedó sin voz. Vino corriendo hasta la casa de la madre del padre pero estaba tan nerviosa que no podía hablar, nos llevó corriendo hacia su casa y cuando entramos mi primo estaba de pié y riendose.

Priscila Cazorla (aula Arafo)

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