jueves, 31 de marzo de 2011

Vivencias de un abuelo


Esta historia nace allá por el año 1915, dónde la pobreza las penurias rodeaban el país. Los niños y
niñas sufren especialmente en una sociedad que degrada lo sensibles. Son frecuentes los casos de infancias atormentadas, por excesos de autoridad paterna. Los hombres de esa época situaban ya las mujeres a un grado de indignidad por debajo, incluso, de la de los obreros o campesinos. Mi abuelo era de un pueblo llamado San Miguel de Abona, pueblo que le vio nacer, crecer y morir. Había sustento, tubo que empezar a trabajar con tan solo 9 años. Tenía que ir al monte siendo un niño a bajar leña y pinocho, no tenía zapatos por lo que andaba descalzo. Apenas le quedaba fuerzas pa4a caminar, porque sus pequeños pies dolidos por todo lo que pisaba por aquel horrible camino de piedras, cristales y troncos le había dejado huella. Cuando cumplió veinte años tuvo que irse al ejército, duro golpe para el y su familia, pero mantenía con firmeza su rostro campesino y alegre. Sirvió a la patria dos años y nueve meses, tenía por entonces veinte y tres años. Terminado el servicio militar, regresa de nuevo a su tierra natal, con la mirada perdida, angustiada y desperada por haber dejado atrás a tantos compañeros que sufrieron con él en la mili, su madre intentó olvidarle las heridas del reencuentro; él les dijo “no he visto en mi vida gente más buena más ingenua…y además inteligente”.como joven que era le gustaba disfrutar de la vida pero no había dinero para gastar, apenas les llegaba para comer, y tan sólo tenía una pieza de ropa. Su padre le mandaba a recoger el trigo, cebada y millo para luego molerlo y así obtener el gofio para subsistir. Conoce a la que fue su esposa durante muchos años y tuvieron tres hijos y tres nietos. Hoy descansan juntos lejos de tantas penurias que les ha tocado vivir.

Yayi (Arico)

martes, 29 de marzo de 2011

"Anecdotas de un pueblo: Fasnia"

CONCEPCION DOLIS: Cuando yo era una niña, del pueblo nos fuimos a la tronja y de allí fuimos al chamizo.
Allí nos quedamos seis meses. Íbamos yo y mi hermana y llevaba un barreño con una coneja dentro, porque nos mudábamos, y mi hermana llevaba un cesto con una gata y los gatitos chicos, para comerse los ratones. Descansábamos por el camino caminando poco a poco. Salimos por la mañana y llegamos por la tarde. Llegamos a los Pinos. Allí, estando sentadas, llamábamos a mi madre, pero parecía que decía adiós.

MARÍA DELIA: Yo de pequeña tenía pocos juguetes, jugaba con las amigas; Hacíamos muñecas de penca y jugábamos en los barranquillos, que tenían charcos de agua de la lluvia. También tuve una muñeca de cartón, también una soga para jugar a la
comba. Una prima de Venezuela me mandó con mi padre una muñeca negra que la tuve muchos años, también jugaba con
recortables; Hacía vestidos a las muñecas. Una vez, con una vecina, hacíamos las hogueras y juntábamos toda la tarde todo tipo de cosas para luego quemarlo, por ejemplo, una rama de papas secas. Me lo pasaba muy bien. Luego ya un poco mayor salíamos todas las amigas e íbamos al cine, paseando por la carretera.

MARUCHI: Cuando yo era una niña jugaba a las casitas con muñecas de trapo. Trabajaba echando guano descalza y nos íbamos al pinar con la familia. Mi abuela nos cuidaba porque mi madre estaba mal y se marchaba para el pueblo. Mi hermano decía que el pinar estaba “tiznado”(que eran las brumas). Las camas eran de pinocho, y cuidábamos conejos y cabras.

MERCEDES: Cuando yo era una niña jugábamos las muñecas de caroso de piña. Todo el día iba para la costa a buscar leña a tenaso y a la cumbre. Yo tuve poca juventud. De mayorcita empecé en los tomateros; Tenía que hacer la comida. Mi madre me ponía con un caldero al fuego y yo ponía un banco y me sentaba hasta que estaba guisado. Cuando me casé, mi madre lavaba a la piedra, que era un bloque para fabricar. Tuve tres hijos y salía de mi casa con los tres chicos y la cabra al golpito de ésta, todos los días yo solita, y cuando me parecía me iba a buscar con esa todos los días a la escuela. Fui muy poco a ésta porque mi madre me quitó para cuidar unas cabrillas: Sé mas ahora que antes.

ISABEL: Cuando yo era una niña jugaba con mis amigas a la comba, a la pelota, a la baraja, a las damas, al tejo en vacaciones de verano. Mi padre tenía animales como cabras, cerdos, conejos, gallinas, pollitos, palomas, perros y hurones. Después íbamos al colegio y los jueves por la tarde jugábamos en la plaza. Por la mañana hacíamos la tarea, yt el resto de las tardes aprendíamos a bordar. Yo vivía en Las Vistas; Bajaba al colegio dos veces al día a las ocho y media y a la una y media; Hacía frío y tenía pocos abrigos.

La dura vida de las mujeres de mi tierra

Hoy las mujeres del mundo occidental contamos con igualdad jurídica y por tanto legalmente con los mismos derechos que los hombres, aunque a nivel familiar, social, etc. aún tenemos que estar reivindicando nuestros derechos, pues hemos heredado del pasado costumbres en las que la mujer siempre salía perdiendo, voy a comentar algunos de los casos que recuerdo de mi niñez y que me sorprendían:

* Cuando moría un familiar muy próximo, las mujeres se cubrían
completamente de ropa negra, digo completamente, pues usaban pañuelo en la cabeza, siempre ropa de manga larga que tapara sus brazos,... en cambio el luto en el hombre se limitaba a un simple botón negro añadido a su camisa. De igual manera ellas debían guardar el luto durante largo tiempo según la cercanía del familiar,  siendo el más prolongado si era por sus padres o esposo y solía consistir en tres años llevando la ropa antes señalada y no asistiendo a actos festivo y sociales, en cambio el hombre en cuestión de meses se incorporaba a la vida social acostumbrada.
* Las actividades sociales y de entretenimiento en el día a día y una vez terminada la jornada laboral, en el caso de las mujeres se limitaba a tertulias de jóvenes en la casa de un familiar o de una señora que las instruía para aprender a coser o bordar y así ir preparando su ajuar de boda, por si lograban novio. y estas reuniones se terminaban antes de empezar a oscurecer ,y en el caso de las madres de familia a cuidar de su casa, Mientras que los hombres se reunían en bares, bodegas, juegos de cartas, actividades deportivas (lucha canarias y otros deportes que fueron incorporándose) y duraban hasta cualquiera hora de la noche dependiendo  del aguante de cada cual para poder madrugar al día siguiente para su trabajo.



Anecdotas familiares

Cuando era pequeña me encantaba que mis abuelos me contasen sus experiencias de cuando eran pequeños. Mi abuelo era de un pueblo de Asturias y mi abuela de un pueblo de Guipúzkoa. Mis abuelos no lo tuvieron tan facil en su infancia como los niños de ahora, ellos vivieron una infancia en la que estaba la Guerra Civil Española, y en esos años solo habia soldados, muertes y hambre, sobretodo hambre. Cuando era pequeño mi abuelo, salia por la mañana en busca de soldados que estuviesen almorzando o comiendo algo, para intentar coger restos de lo que estuviese comiendo, también solia buscar en los cubos de basura en el cuartel para intentar coger la poca comida que hubiesen echado. Si tenia suerte puede que encontrase algun resto de un bocata o una cáscara de un plátano que hubiese en el mismo cubo. Si tenía la suerte de que encontraba algo se comia uno o dos mordiscos de lo que encontrase y el resto se lo llevaba a casa para compartirlo con sus hermanos y hermanas. Tambien me contaba que iba una persona por el pueblo pasando de casa en casa y de cazuela en cazuela un hueso de un jamon para hacer un poco de caldo con poco de jugo que soltase el hueso.

martes, 22 de marzo de 2011

TEXTOS DESCRIPTIVOS DE CANDELARIA A FINALES DEL SIGLO XVIII

André-Pierre Ledru(1796)
El naturalista francés André-Pierre Ledru, encargado por el gobierno republicano de Francia de una misión científica en las Antillas, bajo la dirección del capitán Baudin, se vio obligado a hacer una escala en Tenerife en 1796, a causa de una tempestad. En esta isla permaneció unos 180 días, en los que tuvo la oprtunidad de visitar Candelaria con motivo de la festividad de la Virgen, y fruto de ello es una interesante descripción:
La aldea de Candelaria es famosa en la isla por una fiesta que se celebra allí todos los años el día 2 de febrero y que atrae un gran número de fieles. La curiosidad me condujo a ese lugar la víspera de esta fiesta, acompañado por M. Clerget, mis colegas y otros dos franceses. Para hacer este viaje tomamos a nuestro servicio un conductor y seis mulas.
La carretera de Santa Cruz a Candelaria es una de las más penosas de la isla hasta llegar al lugar en que alcanza la de La Laguna, que se repara todos los años, con grandes gastos, por orden del corregidor de esta última ciudad, obligado de asistir a la fiesta. Los campos que recorrimos son de una aridez extrema; allí no se ve ningún árbol y sólo encontramos dos malas chozas.
NOTAS DE: ABIGAIL FERRERA EXTRAIDO DEL LIBRO DE CANDELARIA LA EVOLUCIÓN DE UN MUNICIPIO A LO LARGO DE CINCO SIGLOS EDITADO POR OCTAVIO RODRÍGUEZ DELGADO.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Textos sobre el actual municipio de Candelaria en el siglo XVIII
En el siglo XVIII, tanto el pueblo como el santuario de Candelaria sufrieron diversas incidencias y altibajos, de tipo político, social y religioso. Algo de ellos se puede entrever en los textos que siguen.
A lo largo de dicha centuria, el primer suceso de importancia fue el volcán de 1705 y el último incendio de 1789 que destruyó el convento y la Basílica de Candelaria.
Entre las descripciones, destacan las del obispo Pedro Manuel Dávila y Cárdenas, el ilustrado Viera y Clavijo, el ingeniero militar Amat de Tortosa (de la que desgraciadamente sólo queda el índice), el naturalista francés Ledru y el fiel de fechos Luis Pablo Ramos; los censos de Aranda y Floridablanca, y la interesante información del pueblo, descritas por el ingeniero militar Riviere, el comandante general don Joaquín José Ibáñez y el ingeniero Lartigué de Condé, o incluidas en la Relaciónde 1742; las descripciones de la Fiesta de la Virgen del . inglés George Glas y de Lope de la Guerra; y los viejos planos de Riviere y Quesada Chaves.
EL VOLCÁN DE 1705
Tras dos erupciones volcánicas producidas en un espacio de tiempo en las cumbres de Arico y Fasnia, el 2 de febrero de 1705, cuando se celebra la festividad de Candelaria, surgió el volcán en los altos de Arafo (el de " las arenas "), en la Caldera de Pedro Gil y junto al Pico del valle, erupción que amenazó con destruir los pueblos de Arafo, Güimar y Candelaria, y que se constituyó en el suceso más devastador de la historia local, con consecuencias mucho más graves que los anteriores, tanto en personas como en bienes materiales. Según una crónica de la época, durante los temblores previos se arruinaron 70 casas y fallecieron 16 personas en Güimar.
Realizado por Raquel E. Arnay Fernández, del libro "Candelaria: la evolución de un municipio a lo largo de cinco siglos" de Octacvio Rodríguez Delgado

martes, 15 de marzo de 2011

GEORGE GLAS (1764): descripción de Candelaria en el siglo XVIII
El comerciante y aventurero británico George Glas (1725-1765) visitó el pueblo de
Candelaria, recogiendo algunos de los aspectos relacionados con la virgen y sus milagros. De su descripción de las Islas Canarias, publicada en Londres 1764 bajo el título Historia del descubrimiento y conquista de las Islas Canarias:
A unas cuatro leguas al sur de Santa Cruz, cerca del mar, hay una cueva, con una capilla o iglesia, llamada de nuestra señora de Candelaria, en la que se encuentra una imagen de la Virgen María muy reverenciada aquí, como la imagen de la gran diosa Diana lo era en Efeso. Esta capilla está llena de tantos ornamentos, que es la más rica de las siete islas.
En un cierto momento del año,casi todos los habitantes
Notas de Marcos Ibáñez Dorta, del libro "Candelaria: la evolución de un municipio a lo largo de cinco siglos" de Octavio Rodríguez Delgado.

jueves, 3 de marzo de 2011

Retrato de mi padre

¿Que cómo era, mi padre?

Era ese árbol frondoso que había en los campos, aquel “sauce
llorón”, que daba cobijo bajo sus ramas a tantos pájaros, y al campesino cansado, que bajo su sombra encontraba frescura, bajo el tórrido sol.

De cuerpo fuerte y trabajador, enseñabas a tus hijos los valores que se necesitaban para vivir una vida digna. De brazos abiertos y espléndidos, cobijabas a tu gente, donde siempre encontraban un hombro y una palabra sabia. Por eso todos tenían razones para volver.

Con frente ancha y con poco pelo, la vida se había encargado de llevarse, pero con una hermosa dentadura que aún después de viejo conservabas.

Con carácter alegre y optimista, y con gran sentido del humor, nunca oí de ti una palabra desdeñosa para nadie.

¡Cómo echo de menos esos días en que todos nos sentábamos a tu alrededor a escuchar los “cuentos de muertos”, de aparecidos y de “historias de caminos”, que tanto nos asustaron!

Cómo nos hicieron reír y llorar. Como el mejor cine y película, nunca nos cansábamos de oírlos.

Mi padre. Mi padre era algo especial. Todavía, cuando hablo de él, me emociono, y pienso en el día en que vuelva a verlo. Cuánto le echo de menos.

Sofía Fernández (aula Arico)
Noviembre 2010

miércoles, 2 de marzo de 2011

Cogiendo leña para poder sobrevivir

Cuentan las personas mayores, de unos ochenta o noventa años, que la vida de ahora
es más cómoda y fácil que la de antes. Antiguamente costaba bastante ganar dinero para comprar comida. La gente iba caminando con camellos, desde el pueblo hasta el monte a coger leña. Tardaban un día entero en hacer esto, y regresaban al día siguiente con los camellos cargados de leña. Cogían una poquita para cocinar, y el resto la vendían para conseguir dinero y poder comparar azúcar, aceite y gofio. Muchas veces sólo podían comer agua hervida con gofio, pasaban mucha hambre.
Mucha gente vivía del pastoreo, gracias a las ovejas y a las cabras tenían leche para todo el año.

Francis Regalado (aula Arafo)

MI MADRE

Hoy os voy a contar la preciosa juventud de mi querídísima madre.
Corría el año 1981 cuando mi madre comenzó a salir de "fiesta". Ella nunca pudo salir como le gustaría, ya que su padre era muy estricto en cuanto a horarios y demás. Siempre que salía, le obligaba a salir con alguna de sus hermanas y tenía que estar a las 22:00 en casa. Si se excedía de esa hora cuando llegaba a casa ya os podréis imaginar lo que pasaba. También me ha contado, que alguna vez que otra se encontró a su padre vigilándola detrás de una farola para ver lo que estaba haciendo, ya que mi abuelo temía que le sucediera algo a mi madre.
Por ese entonces, mi madre conoció a un chico llamado Dani que era de Barcelona, porque había sido destinado allí porque estaba haciendo la mili. Él tuvo que volver a Barcelona y siguieron con su relación mediante cartas y llamadas telefónicas.
Mi madre continuó saliendo aunque ella siempre me dijo que no tenía ganas, que lo hacía para que sus hermanas también pudiesen salir, pero ella lo que prefería era quedarse en casa y leer las cartas de Daniel. Mi madre cuando salía, iba siempre a una discoteca llamada Cintra. Uno de esos días en los que ella no tenía ganas de salir conoció a un chico llamado Juan, mi padre.
A Juan enseguida le gustó mi madre, pero ella lo primero que le dijo, antes incluso que "hola" fue: "tengo novio". Pasaron los días y mi padre siguió detrás de mi madre todos los días, yendo detrás de ella, etc. para que le hiciese caso, pero mi madre pasaba de él porque estaba pensando siempre en Dani. Pasaron los días y su novio le dijo de casarse e irse a vivir a Barcelona, pero mi madre no quiso porque no quería separarse de sus padres, ya que como ella siempre me cuenta era muy apegada a ellos, sobre todo a mi abuela. Así que finalmente dieron por terminada la relación.
Mi madre se puso muy triste y nerviosa por lo sucedido. Mi padre siempre iba a verla, le llevaba dulces y estaba pendiente de ella. Pasaron tres meses hasta que mi padre finalmente consiguió estar con mi madre y se casaron en 1989. Al año siguiente nació mi hermana y dos años después, nací yo. Desde entonces llevan veintidós años casados.
Hasta hace poco y después de muchísimos años mi madre volvió a tener noticias de Dani. Le encontró a través de la red social Facebook, luego se agregaron al MSN y hablaron alguna vez que otra. Él se casó pero se divorció y ahora mantiene una relación con otra chica y tiene un hijo.
Saber de él puso muy contenta a mi madre ya que siempre tuvo esa espinita clavada, pero el hablar con él y saber que todo lo que pasó está olvidado, le dio esa tranquilidad que de seguro necesitaba.
Con esto quiero decir que antes no existía la “libertad” que existe ahora y que nunca se sabe con quién vas a estar el resto de tu vida por muy seguro que estés en un momento determinado.

AUTORA: Vanesa Núñez Linares

La muñeca de cartón

La historia trata sobre mi madre en su infancia,mis abuelos maternos, tuvieron como tantos matrimonios una familia numerosa, para ser exactos ocho hijos, de diferentes edades, mi madre fue la mayor de los ocho hermanos, y casi hacía las labores de una segunda madre,pues cuidaba de ellos y ayudaba a mi abuela en la casa. Mi madre muchas veces cuando nos reunimos todos los tíos y primos, pues ellos empiezan a recordar cosas de su niñez, todas ellas muy graciosas y otras no tantas, pues con tantos hermanos ya uno se puede imaginar la de cosas que podián pasar. Esta historia trata sobre unas navidades, bueno para ser mas exactos sobre el dia de los Reyes Magos,como eran tantos hijos pues mis abuelos me contaban que como eran tantos solo les dejaban un pequeño detalle a cada uno,pues a los chicos algún juguete de latón y a las chicas pues alguna muñeca de trapo o de cartón como fue el caso que mi madre nos ha contado,ella como los demás estaban contentos el día de reyes, pues aunque fuera muy poco lo que recibián ellos como los demas niños estaban muy contentos e ilusionados.A mi madre los reyes le habian dejado una muñeca de cartón y estaba que no podia de lo emocionada y feliz que se sentia,toda la
mañana jugando con la muñeca,hasta ahi todo muy normal,hasta que a dos de mis tíos que se ve que ya estaban aburridos le cogieron la muñeca a mi madre y llenaron una piedra de lavar de las antiguas, de agua,y tiraron a la pobre muñeca dentro, cuando mi madre empezó a buscarla no había manera, pues ella sabia muy bien el sitio donde la habia dejado, hasta que uno de mis tios no paraba de reirse y cuando se lo dijerón ella no se lo creía, cuando se acercó a la piedra de lavar y vio que ya no existia la muñeca sino trozos de papel flotando en el agua,mi madre no paraba de llorar pues estaba tan contenta con su muñeca que no se lo podía creer,bueno al final mis abuelos castigaron a mis dos tíos, pero ellos no paraban de reirse al ver la cara de mi madre. Ahora mi madre cuando lo recuerda también se rie pues fue una de tantas anécdotas que pasarón en su infancia.
AUTORA: Elisa Afonso Jerez.

Las cosas de la vida

Sobre los años 40, un día de invierno una extraña mujer recorría caminando de Cuevecitas a Arafo para vender el pan.
Hacía kilómetros todos los días para ganar el poco dinero que le daban, mientras que su marido se tiraba de sol a sol levantando casas. Un día, iba caminando cuando de pronto le salió un perro enorme que la quería morder, cogió un palo que había en el suelo y el perro echó a corre... Por eso la mujer desde aquel día siempre que sale a caminar lleva un palo...
AUTOR: Airam Pérez Pérez

el amor en los 70

Un día mi padre me contó que en aquella época en la que los televisores eran en blanco y negro y no todo el mundo podía permitírselo.

Mi padre conoció a mi madre allá por los 70. Él era de una familia humilde del sur de la isla y mi madre era de la parte norte pero tampoco por eso tenia más clase por así decirlo . al principio todo era bonito, pero claro en esa época los padres no eran igual que los de ahora y a mi abuelo no le gustaba mi padre, siempre se oponía cuando el venia su casa a "enamorar" como se decía en antaño, decía que el era poco para mi madre y que no lo quería en su casa, con eso quiero decir que en esa época los padres tenían mas derecho sobre los hijos para todo, incluso cuando se trataba de  amor como el de mi madre y mi padre .
AUTOR: Leopoldo Matias

En recuerdo a mi padre

Me llamo Manuel Ángel tengo 43 años actualmente, mis padres son de la Gomera, a mi padre no le conocí pues murió joven y yo solo tenia tres años. un año de vacaciones en la Gomera me interesé por saber de mi padre, quien era en su pueblo y como lo conocían, pregunté a mi tía si teía fotos, me dio dos, una cargando a la virgen del Carmen y otra con cuatro amigos en 1959.
Le pregunté a mi tía, quiénes están vivos. Mi tía me contestó: dos, uno en la Gomera y otro en Venezuela. mi tía me dijo donde vivía el que estaba en la Gomera, se llama Marino, sali corriendo, quería conocerle y que me contara. Llegué a su casa y había un señor mayor sentado en el patio de su casa mirando al mar, le pregunté si aqui vive Marino y me dijo ¿quién lo pregunta? un hijo de Ramon "pata junta" así le decían a mi padre por apodos, antiguamente se conocian así, se quedó mirándome se levantó y me dijo hijo de charasca, le contesté si. Se echó a llorar y me abrazaba me decía tu eres el más pequeño, pues sí, me tocaba la cara, el pelo; me dijo te pareces a tu padre, eras tan pequeño cuando tu padre se fue, llamó a su mujer: ¡ mira, es el hijo de Ramón "pata junta" y Carmen "charasca"! me dio un abrazo y se puso a llorar, me daba besitos decía ¡ay mi niño,! bueno después de habernos presentado y haber hablado, salimos al patio me íba a contar todo sobre mi padre. Empezó diciéndome que era una buena persona, un buen pescador, pues pescaban juntos ,despues de la guerra civil muchas familias estaban pasando hambre tu padre les dio de comer el pescado que cogía....
AUTOR: MANUEL PÉREZ PLASENCIA

HISTORIAS DE FAMILIA

Voy acontar la historia de mi vida, pues dicen mis padres que cuando yo nací ellos vivían en la Orotava, en una choza de paja.
Allí nacierón dos hijos una niña y un niño, luego al pasar los años dos o tres se separaron y cuando yo tenía diez años le oía decir cosas como que cuando mi mujer se muera me caso yo y nos estrañaba tanto que le preguntamos que si ella no era nuestra madre y nos digo: tuya si, pero de ellos no, ahí fue cuando yo me di cuenta de muchas cosas, porqué ellos eran siempre los primeros y comprendí que era porque no tenian mamá, hoy dia como madre lo entiendo mucho más .
AUTORA: Blanca Ramos González

La escasez de diversión en los años 60.

Antiguamente por los años 60, los modos de distracción de los niños eran muy escasos. Algunos, muy pocos, pasaban su tiempo libre viendo la televisión, otros se sentaban a hablar con la gente mayor que les contaban historias de cuando ellos eran niños, y habían otros que se fabricaban sus propios juguetes.
Como por ejemplo mi padre, cuando yo tenía apenas 10 años él me contaba que hacían unos barquitos de barro y los ponían en el agua a ver si flotaban y cuando veían que el barco se les hundía volvían a hacer otro, hasta que se dieron cuenta de que era de barro y no flotaba dado que el barro cuando se moja se afloja y se hacia una masilla sólida.
También hacían unos barquitos de papel y los echaban al agua y se ponían a hacer unas carreras con los barcos de papel en los días que hacía viento, si no hacía viento, tenían que buscar otra manera de jugar.
Cuando no les apetecía jugar con los pocos juguetes que tenían esperaban a que mi abuela abriera una lata de conservas, mi padre y sus hermanos cogían esas latas sin que mi abuela se diera cuenta porque si no se enfadaba mucho y decía que los niños no jugaban con eso que era muy peligro, se iban al patio de su casa en Santa Cruz de Tenerife, y les hacian unos agugeritos y les metían unos palitos, esa simple lata de comida la convertían en un coche y así hasta hacer bastantes coches para poder jugar todos.

AUTORA: TENESARA

martes, 1 de marzo de 2011

MI ABUELA ME CUENTA....

Mi abuela me cuenta, que mi abuelo ya fallecido le gustaba el mundo de las orquestas.
En Barranco Hondo de Candelaria, se formo allá por los años 60 la ``orquesta columbia´´, era muy afamada ya que en esa época todas las orquestas tocaban en directo y ellos, según mucha gente mayor, era una de las mejores del momento. Tenerife, desde Guía de Isora hasta Garachico, íban todos en una furgoneta con sus instrumentos, ya que no disponían de medio de transporte para desplazarse. Allí donde íban siempre eran reconocidos por su música, mi abuelo era el que tocaba el piano, al lado, mi tío el saxo, de los demás componentes sé muy poco, ya que muchos han fallecido y mi abuela ya no tiene memoria, pero siempre se recordará a la orquesta columbia de Barranco Hondo como una de las mejores de su época.
Su música se extendió por todos los rincones de la isla de
AUTOR: Alejandro

Diferencias del ayer al hoy

Yo nací en un campo perteneciente a Lorca-Murcia, en 1954, y voy a comentar como han cambiado las cosas desde entonces.
Los niños se escolarizaban a la edad de seis años. Cuando ahora a esa edad ya llevan tres de enseñanza.
Las escuelas eran unitarias, femeninas o masculinas y bastante pequeñas para los niños que habian en ellas.
Como estábamos en tiempos de Franco, la decoración, era: un crucifijo y la fotografía del Generalísimo. Al entrar en clase, lo primero era rezar y seguidamente, había que cantar el CARA AL SOL, Con la mano levantada...
Autora: Ana María Martínez Hernandez.

Vivencias de mi madre, y recuerdos de mi infancia

Mi madre era del pueblo de Hermigua, en la isla de la Gomera, su padre era el cartero del pueblo, iba caminando a la "capital", San Sebastián, a repartir el correo. tardísimo pero muy satisfecho. Contento porque se encontraba con sus amigos, y entre carta y carta algún vasito de vino. Iba con él Manuel, apodado "el peatón", del cual mi madre me contaba que le gustaba mucho, incluso hubo algo de coqueteo, pero apareció un mozo de San Sebastián. Se llamaba Agustín Herrera apodado " el pantana ". Era muy blanco como la leche, de ahí el apodo. Mi madre se enamoró de él y él de ella. Se casaron , tuvieron 5 hijos, 3 nacieron en La Gomera.

AUTORA: Margarita Herrera Padilla

Mi barrio

Mi barrio era un barrio tranquilo, nos conocíamos todos los vecinos por que era un barrio pequeño, en mi casa vivíamos mis padres mis abuelos y cinco hermanos aparte de mi, me acuerdo que en ese entonces no había agua corriente y tampoco luz eléctrica en muchas de las casa. era muy divertido ya que en ocasiones nos reuníamos en las escaleras del barrio algunos vecinos y nos poníamos a jugar a la lotería, y nos daba la noche, cuando ya no se veía porque no había luz en las calles.
En invierno cundo llovía mucho y no podíamos salir nos poníamos a jugar en casa. cuando dejaba de llover cogíamos el barro y hacíamos barquitos de barro con los que luego jugábamos a la guerrilla, lo pasabas muy bien. también era por que como íba con los hombres y ellos siempre pasaban por el bar a tomarse algo y por supuesto a mi me compraban alguna golosina, después llegaba el segundo grupo con la comida, así pasábamos el día pescando y bañándonos en la playa todo el día.
En verano solíamos ir a la playa con unos vecinos, como era mucha gente para ir todos juntos hacían dos grupos en el primer grupo, salía muy temprano para echar los tambores para pescar las morenas, y en ese grupo me iba yo, porque yo era muy novelera,
AUTORA: PEÑA PÉREZ FRÍAS.