Cuentan las personas mayores, de unos ochenta o noventa años, que la vida de ahora
es más cómoda y fácil que la de antes. Antiguamente costaba bastante ganar dinero para comprar comida. La gente iba caminando con camellos, desde el pueblo hasta el monte a coger leña. Tardaban un día entero en hacer esto, y regresaban al día siguiente con los camellos cargados de leña. Cogían una poquita para cocinar, y el resto la vendían para conseguir dinero y poder comparar azúcar, aceite y gofio. Muchas veces sólo podían comer agua hervida con gofio, pasaban mucha hambre.
Mucha gente vivía del pastoreo, gracias a las ovejas y a las cabras tenían leche para todo el año.
Francis Regalado (aula Arafo)
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